Investigadores del Hospital Universitario Nacional de Taiwán en Taipei han realizado un estudio que demuestra la eficacia potencial de una nueva combinación de medicamentos para reducir la morbilidad y la mortalidad en la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).
En un estudio que utilizó dos líneas celulares humanas, una combinación de los fármacos clínicos triclabendazol y emetina suprimió eficazmente la expresión del receptor de la célula huésped para el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), el agente que causa la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID -19).
Además, este efecto supresor se vio reforzado por la adición de sulfato de zinc, lo que sugiere que la suplementación con zinc podría aumentar aún más la posible aplicación clínica de la combinación de fármacos para la prevención y el tratamiento de COVID-19.
Los autores señalan que los suplementos de zinc ya son económicos y están ampliamente disponibles y que el triclabendazol y la emetina ya están clínicamente aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA).
“Por lo tanto, el triclabendazol o la emetina en combinación con zinc deben considerarse como un brazo de estudio adicional para los ensayos clínicos de COVID-19”, escriben Bor-Ru Lin y el equipo.
Una versión preimpresa del trabajo de investigación está disponible en el servidor bioRxiv *, mientras que el artículo se somete a revisión por pares.
La enfermedad grave está asociada con la tormenta de citocinas.
El curso clínico de COVID-19 es muy variable, desde asintomático hasta una enfermedad grave caracterizada por síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) y daño multiorgánico.
La enfermedad grave está asociada con un fenómeno llamado tormenta de citocinas, donde la sobreproducción de péptidos inflamatorios causa una inflamación sistémica incontrolada y fatal.
Para infectar una célula huésped, el SARS-CoV-2 utiliza una estructura de superficie llamada proteína espiga para unirse a la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) del receptor de la célula huésped. Por lo tanto, los agentes que se dirigen a esta unión del pico a ACE2 se han investigado como posibles enfoques preventivos y de tratamiento, aunque aún se está evaluando su eficacia clínica y seguridad.
La investigación ha demostrado que los pacientes con COVID-19 con enfermedad grave tienen una liberación descontrolada de citocinas que está relacionada con la activación de la vía de señalización proinflamatoria NF-κB.
Por lo tanto, la inhibición de la vía de señalización NF- (B también se considera un posible enfoque terapéutico para el COVID-19 grave.
La investigación también ha indicado que la proteína pico del SARS-CoV-2 puede activar la vía NF-κB en las células epiteliales alveolares y desencadenar la tormenta de citocinas que se observa en pacientes gravemente enfermos.
¿Qué hicieron los investigadores?
Para investigar si esta vía juega un papel en la regulación de ACE2, los investigadores utilizaron un inhibidor conocido de la activación de NF-kB, el ditiocarbamato de pirrolidina (PDTC), para tratar las líneas celulares H322M y Calu-3 que expresan ACE2 endógeno.
El equipo descubrió que el PDTC disminuyó la expresión de ACE2 de una manera dependiente de la dosis y el tiempo.
“Estos hallazgos indican que la expresión de ACE2 está regulada por la vía de la señal de NF-kB, e implican que los fármacos clínicos con la actividad de inhibición de NF-kB pueden ejercer efectos beneficiosos contra COVID-19”, escriben Lin y sus colegas.
La emetina y el triclabendazol también redujeron la expresión de ACE2
Los estudios han demostrado previamente que el fármaco antiprotozoario clínicamente aprobado emetina y el fármaco antihelmíntico triclabendazol pueden inhibir la vía de señalización de NF-kB.
A continuación, los investigadores demostraron que la expresión de ACE2 también se redujo de manera dependiente de la dosis y el tiempo en las células H322M tratadas con estos fármacos.
“Estos hallazgos sugieren que el triclabendazol y la emetina, medicamentos clínicos aprobados por la FDA, exhiben actividad anti-SARS-CoV-2 a través de la supresión de ACE2 para reducir la infección viral”, escriben Lin y sus colegas.
¿Dónde entra el zinc?
El equipo dice que anteriormente se había demostrado que el zinc media los efectos antivirales, incluida la replicación viral reducida, la preservación de la inmunidad antiviral y un riesgo reducido de hiperinflamación.
Los estudios observacionales también han informado que los niveles de zinc iniciales más bajos entre los adultos COVID-19 hospitalizados se asociaron con un mayor riesgo de mortalidad, complicaciones y estadía hospitalaria más prolongada.
Además, la investigación ha demostrado que el zinc puede poseer actividad antiviral y antiinflamatoria a través de la interrupción de la señalización de NF-κB.
“Debido a que la suplementación con zinc es una opción rentable, disponible a nivel mundial y fácil de usar con pocos o ningún efecto secundario, tiene mucho potencial en combinación con otros medicamentos reutilizados contra el tratamiento con COVID-19”, dice el equipo.
A continuación, los investigadores investigaron los efectos del triclabendazol o la emetina solos y los efectos de combinarlos con sulfato de zinc.
No se observó una reducción significativa en la expresión de ACE2 cuando las células se trataron con triclabendazol, emetina o sulfato de zinc solo. Sin embargo, una combinación de los tres redujo significativamente la expresión de ACE2.
Un tratamiento potencial para COVID-19 grave
Estos hallazgos sugieren que una combinación de inhibidores reutilizados de NF-kB y suplementos de zinc tiene el potencial de prevenir y tratar el COVID-19 grave.
“Las ventajas de la terapia de combinación incluyen una mayor eficacia del tratamiento, una reducción de la dosis y los efectos secundarios de los fármacos tóxicos, la prevención del desarrollo de resistencia a los fármacos y una reducción de la duración del tratamiento”, escriben Lin y sus colegas.
“El triclabendazol o la emetina en combinación con zinc deben considerarse como un brazo de estudio adicional para los ensayos clínicos de COVID-19”, concluyen.
*Noticia importante
bioRxiv publica informes científicos preliminares que no son revisados por pares y, por lo tanto, no deben considerarse concluyentes, guían la práctica clínica / comportamiento relacionado con la salud